12 abril 2008

Mario Benedetti... Palabras Verdaderas...



Todo mandato es minucioso y cruel
me gustan las frugales transgresiones
Por ejemplo inventar el buen amor
aprender en los cuerpos y en tu cuerpo

Oír la noche y no decir amén
trazar cada uno el mapa de su audacia
Aunque nos olvidemos de olvidar
seguro que el recuerdo nos olvida

Obedecer a ciegas deja ciego
crecemos solamente en la osadía

Solo cuando transgredo alguna orden
el futuro se vuelve respirable
Todo mandato es minucioso y cruel
me gustan las frugales transgresiones.


Para mi hermano de sangre... Va por ti...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El viejo uruguayo


Al oír hablar al viejo con su vieja canción cansada
yo también acabe pensando que la edad de mi alma
caía hacia el pozo de todos los años que los mayores atesoran,
como una rama abatida que todos deben admirar.

Reconozco que leerlo y oírlo son experiencias tan distintas como la noche y el día.
Ayer me comentaron que su rota voz rayaba los oídos de dolor
pero, es tanta mi admiración
que a mi me suena igual su poema escrito que su voz de bolsillo gastado.
Pero aun así, no intente disuadir a nadie de su error
por que nadie estaba equivocado.
Yo profano el reposo de las letras del maestro uruguayo cada día,
¿Cómo pedir cuentas a nadie por creer lo que piensa?

No voy a ir por ahí con una pancarta en la que se lea
que soy un erudito en letras de poetas.
Soy tan torpe a la hora de leer
que ni siquiera se si he entendido la frase mas sencilla del uruguayo,
por que para entenderlo debería quizás ponerme su capa.

Sin entender mi propia tierra, ni a su gente,
o mejor debería de decir, a su nueva juventud desaliñada,
no voy a hacer de conspirador de sus pensamientos.

Hay si saber supiera leer a Benedetti,
ya me sabría satisfecho por muchos años
y bien podría decir que al fin conseguí acabar una carrera de universidad,
pero no me atrevo más que deshilachar sus versos,
soy el monstruo que asusta a las páginas de sus poemarios e inventarios
y le cojo un poema para hacerle la tortura de leerlo
y aún al verlo llorar entre mis manos
sin piedad le destrozo el descanso y su significado.

Al ser osadía mi descaro,
se que don Mario no me va a echar en cara mis errores.
Un poeta uruguayo que habla como escribe,
que piensa olvidando los peores recuerdos
con una pluma en cada sueño y en cada noche velada
me dará permiso para inmiscuirme en sus poemas siempre que desvelarlos quiera.

Al oír hablar al viejo con su vieja canción cansada he llorado.
Acabe pesado de años y derrotas casi como el.
En el pozo de todos los años que los mayores atesoran navego para descubrir su llanto
y como una rama abatida que todos admiran yo tan bien admiro,
con todo el afecto de dos que no se han hecho nunca daño
por que como el y yo nunca nos hemos conocido.


José Ramón Sánchez-Morago (el loco)

Anónimo dijo...

Siempre desde la locura, donde tú tan bien tienes un rincón, te sigo, aunque los demás piensen que no hay sendero y tu tan solo lo insinúes.