20 julio 2012

Trincheras del siglo XXI (VIII)

Violencia 

No, no con violencia... No se defiende una ofensa con hierro. No, en mi nombre. Un poeta, sombra en mi, se mueve en silencio con versos de guerra. Por mi arteria, por cada vena. Oigo los versos embarrados llamando al viento del pueblo; oigo la sangre recitada a los compañeros de una afrenta. Pero estos no contestan, ya no son de nadie, lo dicen sus miradas vacías y los latidos durmientes. 


Pero el poeta sigue desde su púlpito de tierra lanzando su canto al vacío, atravesando la puerta de lo crédulo, ignorando que su savia esta quieta y les grita: 

"No sé que sepultada artillería 
dispara desde abajo los claveles, 
ni que caballería 
cruza tronando y hace que huelan los laureles." 

El cielo lleva tiempo callado, le digo, tan sólo llueve, llueve. Por tiempo tuvimos rácimos de un sol edulcorante pero, hoy, sólo nubes negras y presagios de miserias. 

Y no consigo convencerle de que todos son polvo en el árido explanado del tiempo presente. Tus compañeros, los vivos, los muertos, están todos en el jarrón de los recuerdos, igual que tú, poeta.


Pero, tú, me escuchas muchacho, me estás leyendo las distancias que el grafito dejó entre los versos que las manos parieron. Me has escrito y te digo, podrías escribir en la lengua que el presente comprenda, pues el mensaje es el mismo, no así el campo de batalla, no así la contienda; no así, las víctimas. Pues no sé que es peor: un muerto inconsciente o un consciente de que puede no morir aunque muerto se sienta. 

Y recita a gritos inaudibles: 

"A pesar de la guerra delirante, 
no amordazan los picos sus canciones, 
y el rosal da su olor emocionante, 
porque el rosal no teme a los cañones". 

Poeta, le digo, sigues en tu delirio sin escucharme. Sea tal vez porque le hablo en prosa, no en verso, y de píe entre las balas camina absorto hasta que, al girarse, hincados sus ojos en mi, recita: 

"Vencedores seremos, 
porque somos titanes 
Sonriendo a las balas y gritando: 
¡Adelante! La salud de los trigos 
solo aquí huele y arde". 

El poeta se desvanece, vuela de nuevo a su libro. Tras esta noche donde los cristales muestran humo de insensatos radicales, entender poesía es complicado. Los que se nutren de la necesidad de quien tiene que llegar a la casa del pueblo para ser escuchado a sabiendas que, al llegar, su rostro será descubierto: 

"Yo solo quiero hacer daño, no soy la democracia de estos infelices que vienen a reivindicar, han sido el ariete para abrir la puerta, yo he venido a causar heridos." 

Esta no es nuestra guerra. No con violencia... 

Nosotros somos trigo de campo, solo alimento y sudor. El arma es la voz, los mensajes, los pasos y las manos hacia el cielo. Nuestro mensaje es mas sencillo: La presa esta secando el río. No hay caminos que asciendan hasta las compuertas. 

Si secáis el campo. Si el cereal no crece; podréis apagar vuestra sed pero no el hambre, pues, dejar morir al que trabaja la tierra os va a llevar a vestir la misma mortaja. 

Aunque, al final, terminaran diciendo que estaba loco...

Loco
Poeta


Estimado amigo, como te he dicho en muchas ocasiones, sabes que si tuviera que elegir entre Alberti y Miguel Hernández que poeta me hubiera gustado ser, me quedaría con la consecuencia y el compromiso de Hernández sin pensarlo un segundo... Para mi representa la diferencia entre "visitar las trincheras" y "luchar en ellas", entre las "botas de media caña brillantes y lustrosas de la retaguardia" o las "alpargatas del frente". 

Un fuerte abrazo hermano...

JLH

19 julio 2012

Trincheras del siglo XXI (VII)

Cuando la calle se mueve 

La calle, ese terrible amasijo de formas: edificios, farolas, aceras, etc. Ubre de breadas estepas. Negro vial de endemoniados humores. La calle. La calle. 

¿Dónde esta la calle que vértebra mi ciudad? 

Hoy no existe, simplemente. Duerme acallada bajo los pies de la gente. Anestesiada por los ríos de personas de todas las edades y opciones políticas, que, como afluentes de distintos ríos, multicolor reflejo, se convierte en el agua fresca de la verdad de un pueblo. No hay culturas, estereotipos, profesiones. Una social masa es una alfombra que cubre a la viscosa brea. 

La transmuta por una horas en alegorías pacificas y proclamas a la justicia, a los derechos sociales. Por unas horas, es el mensaje de miles de pensamientos que se vocalizan en el punto cero donde un país emerge o sucumbe. 


Cuando la calle se mueve, cuando la calle habla, el grito de la democracia llega por sus arterias a romper las cristaleras de quien niega la existencia de opciones morales, de pensamiento y obra democrático. Pataletas de escritor de media pluma. Puede ser, pero, para saber a que sabe el agua de este río, como su corriente arrastra, como entender su vocabulario, su histeria, su desgarrador canto de colores y reivindicaciones, para que el milagro suceda, hay que mirar a los ojos de tu vecino ultrajado, darle un abrazo y decirle a la cara: mañana, no dejare que vengas solo. 

Cuando la calle se mueve, fíjate bien, puede que entre tanta gente distingas a alguien que conoces. Quizás, te este protegiendo sin que tú lo sepas. 



¿Dónde esta la calle que vértebra mi ciudad? 

A la intemperie, esperando que los necios recuperen el sentido de la responsabilidad que ahora sufre su egocentrismo. 

Aunque, al final, terminarán diciendo que estaba loco...

Loco
Poeta

18 julio 2012

Trincheras del siglo XXI (VI)

No me gustan las guerras 

En las guerras siempre hay bajas, daños colaterales pero, es obvio, hay a quien no le importa ni la edad ni el tamaño de las víctimas. Esta guerra es extraña, los muertos no saben que lo están, que son vacío, una ilusión, humo, es extraña esta guerra. 

Las noticias hablan de bajas en la bolsa, fluctuaciones bursátiles, recesión, prima de riesgo. ¿De qué hostias hablan? Oigo hablar de los nuevos señores que podrían entrar, algo así como los nuevos caballeros feudales. Miseria e intervención extranjera en nuestra tierra: España. En otras: Italia, Grecia, no sé cuantas más. 

¿De que hay que defenderse? No entiendo pero no me gusta este sabor a sangre en la boca del estómago. Mañana es un día complicado para mi. Durante el día trabajo, eso no es nuevo; pero por la tarde, voy a ir al campo de batalla. Me acompañará mi hermano de sangre, un sublevado al que me gusta llamar viento terco. Quiero estar con él este día. No sé si habrá riesgo pero lo asumo. 

Por la tarde, un compañero del equipo de basket me dijo que tenga cuidado, que me aparte del jaleo pero ¿ que he de hacer si veo que alguien hace daño a otra persona? Yo no soy violento, no me gusta la violencia pero siempre me ha jodido poner la otra mejilla, si alguien la quiere, tendrá que venir a por ella. 

Me siento extraño. No no es miedo, no puedo tenerlo pues lo que defiendo es honesto. No tengo chaleco antibalas, tampoco casco, de hecho creo que los pantalones los llevaré cortos. Es más, este ejercito, que nadie gobierna, no tiene uniformes, ni balas. La artillería son los gritos, las consignas contra las injusticias y los reclamos, ni siquiera los conozco. 

¿Que qué coño hago yo en esta guerra? Defender, atestiguar y escribir, para que no se olvide, Que nos tratan como si fuéramos los gilipollas del siglo XXI. 

Total, si al final, terminarán diciendo que estaba loco... 

Loco
Poeta

17 julio 2012

Yo SÍ, sanidad universal...






Bajo el lema "Yo SÍ, sanidad universal" una serie de usuarios y trabajadoras y trabajadores del Sistema Nacional de Salud (SNS) están organizando una campaña de desobediencia civil frente a la reciente reforma sanitaria, recogida en el Real Decreto-Ley 16/2012, que supone la exclusión de cientos de miles de personas del derecho a recibir atención sanitaria y el repago de medicamentos y de ciertas prestaciones sanitarias. 

El modelo anterior era universal, es decir, el acceso a la sanidad estaba garantizado a toda la población sin excepciones. Ahora, sólo las personas "aseguradas" podrán tener garantizado el acceso a algunas prestaciones "básicas". 

Su objetivo es desarrollar líneas de acción para articular y visibilizar la objeción de conciencia de los profesionales al RD y organizar, sostener y proteger la desobediencia civil de profesionales y usuarias para mantener la atención sanitaria. ¡Queremos una sanidad pública, de tod@s, para tod@s! 

Si estas interesad@, puedes visitar su web: Yo SÍ, sanidad universal

Trincheras del siglo XXI (V)

¿Cuando se reconoce una tragedia? 

Una tragedia es reconocida como tal cuando cualquier situación que se cree en las manos adecuadas se descontrola por el error de no haber sometido a los herederos de la salvación a la prueba del suero de la verdad. 

¿Estamos viviendo una tragedia? 

 Inevitablemente lo estamos, cuando las actuaciones condicionan la salubridad de todas las bases y necesidades de un país. Cuando la solución se busca creando una injusta solución social y no yendo al punto que origina el problema, utilizando el ilusionismo para crear en los demás la creencia de que ellos han causado un seísmo económico que obliga a tomar medidas que los han de hacer, por justicia, mas pobres, incultos y dependientes. "Si das las mismas opciones de crecimiento, corres el riesgo de perder tu estatus de poder pero, si, eres capaz de convencerlos de su incompetencia para los asuntos vitales, entonces, creas una dependencia de los demás hacia ti"

El punto concreto, el epicentro del desastre, a vista de todos, que es como una estrella brillante en la total oscuridad, es para quien utiliza la política, netamente distinto. Cuando quien lo dirige atenta contra los pilares básicos de un hogar. Cuando un ciudadano confía en un político y este la utiliza para un objetivo distinto al que fue elegido se pierde algo mas que confianza, se pierde el respeto a creerle. Es aun peor cuando, además, se cree el elegido divino. Esta persona puede perder sentido de la autocrítica, de la realidad, como en la parábola del León y el elefante. 

¿Como se le demuestra a la luz que existe un contra punto: la oscuridad? 

Es complejo que quien camina sobre las aguas entienda la realidad de los que en ellas se ahogan.

Hoy, tras esta parrafada, quiero abrir una rendija a la esperanza, y no es precisamente a la Aguirre. Hoy las noticias traen vientos de esperanza, o eso quiero creer. El poder judicial pide rectificaciones al estado, el ejercito también, los policías se manifiestan, los bomberos... Ya no son solo los sanitarios, los maestros, que va, todos los servicios públicos, pero, ¿cuando los parados, cuando los trabajadores, cuando los políticos de bien, que se que los hay? 

Desde mi trinchera os escribo y alerto que todo enfrentamiento ha de ser en beneficio del prójimo pues, pensar en uno mismo no es mas que lo que están haciendo los que ahora nos gobiernan, nos convertiríamos en parte del problema y no en parte de la solución. 

P. D. Hoy han detenido por un tiempo a una mujer, extremadamente peligrosa, de cincuenta y muchos años, su peligro: manifestarse delante de los policías.

¡¡¡Que huevos!!!

16 julio 2012

Trincheras del siglo XXI (IV)

Nubes 

Nubes nacen de horizonte incierto, 
oscuro es el plumaje amplio que hasta el cielo cubre 
y es en su cola donde se descubren los gritos de sus verdades. 
Las nubes llegaron de un gris blanquecino. 
Traían lluvia tibia y necesaria en el predicado pero, 
Nadie mira a los ojos a quien viene vestido con la palabra salvación;
Nadie mira a los ojos de quien te suplica llevarte a una luz salvadora. 

Yo tampoco lo hice. 
Nubes de futuro me dije, pan y leche para todos, me dije. 
Ahora, tras lo que dura un parto, he alzado la mirada, incrédulo ante lo que se 
avecina, ante lo que nunca hubiera dibujado. 
Tras sus ojos solo oscuridad, de un cerrado terrible. 
De un color doliente y cobarde. 



Nubes, madre. Nubes, padre, nubes hermanos. 
Las nubes me han traído granos de hielo al alma. 
Se llevaron mi cosecha y sin casa a los necesitados. 
¿Qué nubes son esas que sólo descargan contra quien poco tiene, madre? 
¿Cómo pueden tener tan poco corazón con sus paisanos, padre? 

No me pidas que no llore. Ya no me queda esperanza. 
Este dolor es el dolor de quien se siente vendido en su propia casa. 
Nubes vienen que tibias parecían decirme nunca temas y no supe ver, 
no le mire a los ojos, que en su mirada traía la desgracia para todos, 
la fortuna para pocos. 
Que en su cola trae la mentira de un ejercito de diplomáticos 
que en las desvergüenzas se jactan de amar a los que están mutilando. 

Los gritos que ahora escucho, vienen de las escuelas, de los hospitales, del campo, de las entrañas de la tierra, de donde se la saca el negro corazón: las minas, de las casas expropiadas, del trabajo consumido, del expolio a los derechos...



Nubes, quemados se quedan todos expectantes, 
mientras unos pocos se atrincheran.
Nadie sale de sus casas, nadie. 
Corderos que esperan insensatos y apacibles, 
mientras observan el degüello de un vecino
sin darse cuenta como el pomo de su puerta alguien gira. 

Nubes madre, no te quedes en casa, 
sal afuera y grita, enseña tus uñas a esos cabrones, 
oblígame a salir a defenderme y no a esperar sentado frente a las noticias. 
Hazme salir, al menos, para tener mi conciencia tranquila. 
Que cuando las trincheras abandones, 
cuando el sol vuelva a ser, aun sin nada en los bolsillos, 
me quede la dignidad de mirarme en los espejos y con orgullo proclamar : 
al menos intente ponerle freno a las nubes negras de los políticos y su mentira.

Aunque, al final, terminaran diciendo que estaba loco...

Loco
Poeta

13 julio 2012

Trincheras del siglo XXI (III)

Hoy son los mediocres los que se han alzado con una victoria: han vuelto a a dar una vuelta de tuerca en su plan de asfixiar a nuestro pueblo. Lo mas cojonudo es que lo dictan para nuestro bien. 



La harina hoy es mas cara y a mis hijos antes no le llegaba, de lo demás, no me preocupo, el listón no podría superarlo pero, hacer de la necesidad del pobre, quitarle los zapatos a un muerto es algo que yo nunca haría, es obvio que estos, de escrúpulos, están muy faltos. 



Hoy he llorado por dentro de rabia, alguien gritaba "que se jodan" a la vez que otro, jadeado por sus hordas, dictaba sentencia y acababa con los derechos de no recuerdo cuantos años. 

Lo siento por la memoria de aquellos que tan duro, muchos con su vida, se llevaron la espalda rota por dejarnos en legado un futuro y algo de esperanza. ¿Que coño le van ha dejar estos a los míos, si sólo se han preocupado de quitarme lo poco que gano a base de Decretos?



Futuro, dicen, es la única forma de tener un futuro... No. Esta es la fórmula de que a vosotros no os falte. ¡¡¡ Que huevos !!!, me lo digo a mi mismo, pusimos a la zorra a cuidar de nuestras gallinas. 

Total, si al final terminaran diciendo que estaba loco...

Loco
Poeta

Trincheras del siglo XXI (II)

Ya no sé que pensar 

Son tantos los muertos que junto a mi gritan que no recuerdo cuando he llegado yo a esta absurda situación. 

Han maltratado a personas que quiero. Nunca he estado en el frente, lo admito, eso no se en que me convierte. Pero nunca les quise mal. 



Ayer, mi amigo, mi hermano, estuvo, como otras veces, en el frente. Yo, reportero en esta guerra, he estado al tanto de la batalla en el Ministerio con los mineros gracias a la tecnología. Los resultados de bajas me llegaban al móvil, eso no lo pueden callar. 



En este mundo donde todo se manipula, donde decir política es apología de enriquecimiento y lucro, de injusticia ¿Que cojones le hemos hecho a esta gente para que nos tenga tan mala sangre? ¿Para que utilicen hasta los medios como cocteles molotov contra quienes les lleva la contraria? Y lo que es peor, manipular fuerzas del orden para acallar a la justicia de la voz de una ciudad. 



Ya lo dijeron en el Parlamento: ¡¡Que se jodan!!, mientras otros corrían como antaño lo hicieran otros delante de los grises ¿Como puede un policía atacar o reprender contra quien reclama justicia? 



Mañana dirán de mi que estaba loco. Hasta en eso son previsibles...

Loco
Poeta


Hermano de sangre, allá por el año 1945, se iniciaron en la ciudad alemana de Nüremberg los juicios contra los dirigentes, funcionarios y colaboradores en los diferentes abusos y crímenes cometidos contra la Humanidad en nombre del III Reich alemán desde el año 1939. Para determinar los actos que podían calificarse como crimen de guerra se elaboró una guía, a petición de la Asamblea General de Naciones Unidas, conocida como los principios de Nüremberg.

Su principio IV dice: "El hecho de que una persona actúe bajo las órdenes de su Gobierno o de un superior no le exime de la responsabilidad bajo las leyes internacionales, siempre que se demuestre que tenía posibilidad de actuar de otra forma." Es lo que se conoce como la "opción moral"...

El 19 de mayo de 2012, los policías alemanes que habían sido enviados para reprimir las protestas anticapitalismo en Frankfurt, se quitaron los cascos y se unieron a los manifestantes... 




JLH

Trincheras del siglo XXI (I)

La guerras de los urbanitas.

Introduciendo, no confundir con aceptación. 

Naciendo el sol en los años, (adaptar a la lectura, cuando esta suceda) como acostumbra la desvergüenza, narro desde la trinchera y el anonimato, la extraña condición de quien es testigo del expolio, de la agresión, de la degradación hacia el individuo. De quien testifica la desidia hacia una aceptación, hacia el agresor y el linchamiento, de quien lucha por la defensa de un derecho, del propio y violado. 

Jamás, en otras contiendas he escrito despropósito de tamaño tal. Al exponer en este texto, quizás, también yo, acabe bajo las raíces de algún árbol de la vereda, en la cuna de su cuenca, de algún contaminado río de esta extraordinaria sociedad. 



Este es el mundo que describo bajo estas líneas, donde la verdad es manipulada y callada y mutilada. Donde la mentira ha construido murallas de descrédito, inaccesible a los no elogiados hijos de la madre política. Donde las víctimas, sin vida en los bolsillos, muertos que respiran, alojan las cenizas de sus difuntos en mausoleos titánicos, cementerios de dorados defraudadores que son jubilados con millonarios y elegantes cuentas en paraísos sin fiscalidad. 

Loco
Poeta

¡¡¡ Que se jodan !!!...

En versión incrédulos o duros de oído... Andrea Fabra, hija del cacique de Castellón, Carlos Fabra, aplaude a Rajoy mientras hunde el país en la miseria y grita: ¡¡¡ Que se jodan !!!... 


Otra muestra más de la sensibilidad de estos psicópatas que nos gobiernan...

#AndreaFabraDimisión por desvelar el verdadero programa del PP

A continuación, os copio la carta que un ciudadano ha hecho llegar a Andrea Fabra y que me remiten por correo electrónico:

Carta a Andrea Fabra 

Estimada... Señora: 

Le escribo este mensaje a raíz del vídeo en el que aparece usted diciendo "que se jodan" en relación a los parados españoles. Pues bien, le diré que, a pesar de lo que a ustedes les pueda parecer (aunque sinceramente estoy convencido de que ya ni ustedes creen lo que dicen), la gran mayoría de los que hoy en España no tienen trabajo, en realidad desean trabajar y buscan diariamente la forma de ganarse la vida para ellos y sus familias, aunque sé que eso le resultará extraño debido a que ustedes no lo han tenido que hacer jamás por lo que demuestran con su actitud chulesca, con su falta total de empatía para con los ciudadanos que, les votasen o no en su momento, confiasen o no en ustedes, les creyesen o no, les pagan los sueldos, las dietas, las pensiones vitalicias, los coches oficiales y todos los demás gastos que tienen ustedes con los impuestos que cada día son más y más altos. 




Aprovecharé también para pedirle (sí, ya estoy pidiendo algo, ¿que miserables somos los ciudadanos verdad?) que les transmita a sus colegas políticos tanto del PP como del PSOE, que, si algún día quieren de verdad arreglar la situación del país, sólo tienen que dejar de seguir el dictado de las grandes corporaciones, de los bancos centrales, de los "mercados" (ya no engañan a nadie pintándolos como si fueran entes abstractos, todos sabemos quienes son los que están detrás de ese telón); y encontrarán en la ciudadanía la solución a muchos de sus problemas, vuelvo a reiterarme en que quienes hacen posible sus vidas son todos aquellos a los que ustedes les están haciendo imposible las suyas; España no necesita gente peor formada, enfermos peor atendidos ni trabajadores desempleados. España necesita una educación de calidad, en la que se fomente el pensamiento crítico, la cultura de verdad, no la que obtienen la mayoría de muchachos hoy en día, España necesita trabajo, necesita que su red productiva se revitalice puesto que es la única forma de generar un crecimiento real y una fuente de futuro fiable para la sostenibilidad del país. 




Sé que este tercer párrafo ya no lo va usted a leer (de hecho dudo de que haya leído una sola de las palabras que hay aquí escritas), en cualquier caso alguien lo leerá, y, como soy una persona que confía en sí misma, y en el resto de ciudadanos (aunque muchos de ellos estén atenazados por el miedo que ustedes se han encargado de inyectar en una sociedad ya de por sí adormecida y atemorizada); sé que, por las buenas o por las malas, acabarán ustedes dándose cuenta de lo que le he dicho hoy aquí, porque cuando quienes les dan de comer, terminen de hartarse y se despierten, sabrán ustedes lo que se siente cuando te despojan, te humillan, te abandonan a tu suerte sin posibilidades de salir adelante y además, te miran por encima del hombro y dicen aquello de "que se jodan". 

Atentamente

10 julio 2012

El desprecio político al funcionariado

Con el funcionariado está sucediendo lo mismo que con la crisis económica. Las víctimas son presentadas como culpables y los auténticos culpables se valen de su poder para desviar responsabilidades, metiéndoles mano al bolsillo y al horario laboral de quienes inútilmente proclaman su inocencia. Aquí, con el agravante de que al ser unas víctimas selectivas, personas que trabajan para la Administración pública, el resto de la sociedad también las pone en el punto de mira, como parte de la deuda que se le ha venido encima y no como una parte más de quienes sufren la crisis. La bajada salarial y el incremento de jornada de los funcionarios se aplaude de manera inmisericorde, con la satisfecha sonrisa de los gobernantes por ver ratificada su decisión.

Detrás de todo ello hay una ignorancia supina del origen del funcionariado. Se envidia de su status -y por eso se critica- la estabilidad que ofrece en el empleo, lo cual en tiempos de paro y de precariedad laboral es comprensible; pero esta permanencia tiene su razón de ser en la garantía de independencia de la Administración respecto de quien gobierne en cada momento; una garantía que es clave en el Estado de derecho. En coherencia, se establece constitucionalmente la igualdad de acceso a la función pública, conforme al mérito y a la capacidad de los concursantes. La expresión de ganar una plaza «en propiedad» responde a la idea de que al funcionario no se le puede «expropiar» o privar de su empleo público, sino en los casos legalmente previstos y nunca por capricho del político de turno. Cierto que no pocos funcionarios consideran esa «propiedad» en términos patrimoniales y no funcionales y se apoyan en ella para un escaso rendimiento laboral, a veces con el beneplácito sindical; pero esto es corregible mediante la inspección, sin tener que alterar aquella garantía del Estado de derecho. 



Los que más contribuyen al desprecio de la profesionalidad del funcionariado son los políticos cuando acceden al poder. Están tan acostumbrados a medrar en el partido a base de lealtades y sumisiones personales, que cuando llegan a gobernar no se fían de los funcionarios que se encuentran. Con frecuencia los ven como un obstáculo a sus decisiones, como burócratas que ponen objeciones y controles legales a quienes piensan que no deberían tener límites por ser representantes de la soberanía popular. En caso de conflicto, la lealtad del funcionario a la ley y a su función pública llega a interpretarse por el gobernante como una deslealtad personal hacia él e incluso como una oculta estrategia al servicio de la oposición. Para evitar tal escollo han surgido, cada vez en mayor número, los cargos de confianza al margen de la Administración y de sus tablas salariales; también se ha provocado una hipertrofia de cargos de libre designación entre funcionarios, lo que ha suscitado entre éstos un interés en alinearse políticamente para acceder a puestos relevantes, que luego tendrán como premio una consolidación del complemento salarial de alto cargo. El deseo de crear un funcionariado afín ha conducido a la intromisión directa o indirecta de los gobernantes en procesos de selección de funcionarios, influyendo en la convocatoria de plazas, la definición de sus perfiles y temarios e incluso en la composición de los tribunales. Este modo clientelar de entender la Administración, en sí mismo una corrupción, tiene mucho que ver con la corrupción económico-política conocida y con el fallo en los controles para atajarla. 

Estos gobernantes de todos los colores políticos, pero sobre todo los que se tildan de liberales, son los que, tras la perversión causada por ellos mismos en la función pública, arremeten contra la tropa funcionarial, sea personal sanitario, docente o puramente administrativo. Si la crisis es general, no es comprensible que se rebaje el sueldo sólo a los funcionarios y, si lo que se quiere es gravar a los que tienen un empleo, debería ser una medida general para todos los que perciben rentas por el trabajo sean de fuente pública o privada. Con todo, lo más sangrante no es el recorte económico en el salario del funcionario, sino el insulto personal a su dignidad. Pretender que trabaje media hora más al día no resuelve ningún problema básico ni ahorra puestos de trabajo, pero sirve para señalarle como persona poco productiva. Reducir los llamados «moscosos» o días de libre disposición -que nacieron en parte como un complemento salarial en especie ante la pérdida de poder adquisitivo- no alivia en nada a la Administración, ya que jamás se ha contratado a una persona para sustituir a quien disfruta de esos días, pues se reparte el trabajo entre los compañeros. La medida sólo sirve para crispar y desmotivar a un personal que, además de ver cómo se le rebaja su sueldo, tiene que soportar que los gobernantes lo estigmaticen como una carga para salir de la crisis. Pura demagogia para dividir a los paganos. 



En contraste, los políticos en el poder no renuncian a sus asesores ni a ninguno de sus generosos y múltiples emolumentos y prebendas, que en la mayoría de los casos jamás tendrían ni en la Administración ni en la empresa privada si sólo se valorasen su mérito y capacidad. Y lo grave es que no hay propósito de enmienda. No se engañen, la crisis no ha corregido los malos hábitos; todo lo más, los ha frenado por falta de financiación o, simplemente, ha forzado a practicarlos de manera más discreta. 

Francisco J. Bastida. 
Catedrático de Derecho Constitucional
Universidad de Oviedo

Fuente: lne.es